Prevención y deshabituación en adicciones

Trabajo psicocorporal en prevención
y deshabituación de la dependencia de benzodiazepinas


Las benzodiazepinas se han introducido en terapéutica a partir de los años sesenta, ganando cada día mayor aceptación, llegando a figurar actualmente entre los fármacos mas prescritos y habiendo desplazado a los barbitúricos en el tratamiento de los trastornos de sueño y ansiedad.

La capacidad potencial de las BZDs para inducir a la dependencia, debería tenerse mas presente a la hora de su prescripción sobre todo teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos no existe un diagnóstico psiquiátrico claro, sino factores estresantes o condicionamientos más de tipo psicosocial.

Las BZDs son fármacos de elección en el tratamiento de la ansiedad generalizada,
destacando su acción miorelajante, reduciendo la actividad psicomotora y cognoscitiva.
Aunque parece ser que no corrigen las alteraciones del ritmo del sueño, inducen a este, al ser el efecto mas frecuente la sedación y somnolencia, reduciendo el nivel de estrés mental y corporal.
Por tanto no deberían usarse siempre que aparezca ansiedad y /o insomnio
sino existe una indicación clínica justificada, ya que existe un gran riesgo de dependencia física y psíquica, así como tolerancia , con un posterior síndrome de abstinencia al ser suprimidas sobre todo si es bruscamente.

Basaré esta comunicación en la prevención y tratamiento de la dependencia a dosis terapéuticas, cuando el tratamiento es ambulatorio y la reducción de la medicación deba ser gradual, teniendo en cuenta la importancia de un enfoque multidisciplinar y la importancia de un apoyo psicológico.

Los síndromes de abstinencia dependen por supuesto de la dosis y el tiempo de consumo, pero parece ser que no se dan con cualquier tipo de fármaco: ansiedad, tensión, depresión, inquietud e irritabilidad a nivel emocional. Dificultades de concentración, déficit de memoria, insomnio, cefaleas, sofocos, taquicardias, náuseas....como manifestaciones cognitivas y somáticas, aunque bien pudieran confundirse con los síntomas iniciales que llevaron al paciente al tratamiento con ansiolíticos.
No siempre que aparece ansiedad y /o insomnio hay que pensar en medicación como solución, ya que la ansiedad y el insomnio son síntomas que pueden aparecer con carácter transitorio, en relación a crisis provocadas por factores estresantes. En este caso el empleo de técnicas no farmacológicas puede resolver la mayoría de los casos ayudando al paciente a identificar la fuente del estrés y enseñándole herramientas de afrontamiento.
La utilización adecuada de BZDs, unida a una educación en hábitos de vida saludables ,es la mejor forma de prevención, teniendo en cuenta los factores de riesgo de cada paciente, su situación individual tanto a nivel físico, psíquico como social.
Aquí las técnicas de relajación y trabajo psicocorporal comienzan a aportar una primera ayuda en la prevención.

En cuanto a la deshabituación, nuevamente una visión multidisciplinar sería lo mas adecuado. Psicoterapia de apoyo, modificación de conducta , control de la medicación, (detallando como va a ser la retirada), hacer saber al paciente posibles síntomas de abstinencia, diferenciando estos síntomas con los que le motivaron al tratamiento, ayudándolo a reconocerlos y hacer frente a la ansiedad de forma adecuada.
En este aspecto las técnicas de relajación y el trabajo psicocorporal pueden ser herramientas altamente válidas que ayuden al paciente en todo el proceso de deshabituación, afrontando el miedo de la retirada y ayudándole a adquirir hábitos de trabajo y escucha al cuerpo, así como métodos de afrontar y trabajar el problema base, que puede resurgir de nuevo .

Existen actualmente muchas técnicas de relajación y trabajo con el cuerpo pero entre las mas clásicas la relajación de Jacobson y Schulz ocupan un lugar relevante al haber sido
objeto de investigaciones y aplicaciones clínicas.

Los pioneros en el campo de la relajación ya vislumbraron la importancia que la tensión podía tener en la aparición de problemas médicos y defendían su aplicación terapéutica a problemas como el insomnio, dolor crónico, ansiedad y fobias. Sofrología, bioenergética, gestalt, yoga...actividad física y deportiva, todo tipo de múltiples técnicas actualmente en auge, son herramientas de gran ayuda en el complemento a la terapia psicológica más clásica y cognitiva por no decir en algunos casos indispensables.
Lograr distensión corporal, contacto con el propio cuerpo y emociones mediante la relajación,(La ansiedad se siente en el cuerpo) facilita el autocontrol emocional, reduce la tensión y con ello la ansiedad anticipatoria. La relajación aunque pueda considerarse algo imnato no se aprende de manera espontánea, por lo que el paciente debe aprender a relajarse , sobre personas tendentes a la ansiedad.

Otra de las herramientas a destacar para lograr un control y contacto con nuestras emociones es la respiración. Una respiración correcta es un antídoto contra el estrés. Una respiración que oxigene nuestro organismo cargándonos de energía, nos ayuda a reaccionar más saludablemente ante la ansiedad. Desde pequeños al no poder afrontar las situaciones dolorosas tendemos a taparlas para no sufrir , entrecortando nuestra respiración ante situaciones de tensión. Con el paso de los años los bloqueos y tensiones se van almacenando en el cuerpo y cada vez nuestra respiración se hace mas superficial, no dejando aflorar nuestros verdaderos sentimientos.
El principal problema con algunos sentimientos (Ira ,tristeza, miedo) es que tendemos a ocultarlos, negarlos o evadirnos de ellos. La mejor forma de aceptarlos es dejándolos aflorar . La respiración consciente es una manera de poder trabajar esos sentimientos reprimidos.
Cuando nos vemos obligados a medicarnos hacemos algo similar con nuestra ansiedad, tapándola en lugar de liberar esa tensión acumulada, creando un circulo vicioso, una huida de la situación que nos hace sufrir, pudiendo en muchos casos empeorar en definitiva el problema en lugar de solucionarlo, llevando al cuerpo más hacia la enfermedad que a la salud.

Los síntomas de tensión pueden ser una señal de no afrontar de forma efectiva algún aspecto de la vida que está ocultando nuestros sentimientos.
El tomar consciencia de nuestra ansiedad y tensión, liberarla mediante el trabajo con el cuerpo , nos ayuda a sentir mayor autocontrol corporal, pudiendo ser de gran ayuda a la hora de enfrentar o reducir la huida hacia la medicación como única vía de curación.

Como conclusión , es claro que la medicación crea dependencia y tolerancia, tapando cada vez más nuestros sentimientos y ansiedades, por lo que no es la mejor vía hacia la salud , al no ser en muchos casos indispensable. El trabajo con el cuerpo, la relajación y los hábitos de vida saludables, aportan al paciente nuevas herramientas para poder enfrentar su estrés sin depender de factores externos, haciéndole mas responsable de su salud y capacidad para ser el mismo, logrando mas independencia y autonomía de su dependencia.

Ana Palacios Gimeno
Logroño, Marzo 2005
Congreso toxicomanías