“El amor a uno mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia.”
La adolescencia es
un periodo de profundos cambios físicos, psicológicos y cognitivos, que crean
cierta inestabilidad y confusión. Un camino donde definir nuestra identidad,
dejar de ser dependiente y comenzar a decidir por uno mismo.
El crecimiento
físico y la maduración sexual necesitan del desarrollo de un nuevo concepto de
imagen corporal.
La desorientación es
uno de los factores que más afecta a los adolescentes en la actualidad. Conocerse, saber quién eres y que quieres, desarrollarte con libertad y criterio, aprender a gestionar las emociones y conocer tus
capacidades y limitaciones para elegir el futuro para uno mismo.
El coaching ayuda a
crear un marco favorable para el desarrollo de esta identidad, para conocerse y tomar consciencia de nuestros recursos,
habilidades y desarrollar la capacidad
de expresar los sentimientos y emociones de una manera adecuada. Asimismo, con
el coaching podemos mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación.
El trabajo con el
cuerpo, la relajación, la respiración consciente, y las técnicas de autocontrol
emocional, son herramientas muy válidas para ayudar al adolescente en el
desarrollo de su identidad, de trabajo
en la aceptación y respeto de nuestros sentimientos y emociones. En definitiva son
una forma de autoconocimiento.
El objetivo del coaching
es guiar al adolescente en la búsqueda de las habilidades que le ayuden a hacer
frente a esas situaciones cotidianas que
le producen tensión o ansiedad, conflictos personales y de comunicación y poder
sacar lo mejor de si mismos, conocer sus potencialidades y trazar caminos para
su desarrollo.
El
adolescente tiene gran parte de las respuestas necesarias para encontrar su
equilibrio físico, emocional y social y
el coaching junto con técnicas de gestión emocional le acompañan en la búsqueda
de esas respuestas y su proceso.
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